Cuando hablamos de presión arterial, nos referimos a la tensión con la que se empuja la sangre a través de las paredes arteriales. Esto es vital para el buen estado de nuestro organismo, permitiendo a la sangre correr por las arterias hasta los órganos y tejidos. Que reciben de la sangre su oxigenación y nutrición. La tensión de las arterias se mide con dos valores, uno mayor y otro menor. Cuando ambos se encuentran por encima del valor estándar, se considera que existe un problema. El cual es conocido como hipertensión.
Podemos decir que se trata de hipertensión o presión arterial alta, cuando al leer la cantidad de mm Hg en sangre, este es superior a 12/80. Sin embargo, algunas personas pueden mantener su tensión en estos niveles, sin que sea considerada como presión alta. Los episodios hipertensivos suelen venir acompañados de una serie de síntomas que resultan molestos para el afectado. Desde dolores de cabeza, hasta sangrado nasal. La hipertensión es una condición peligrosa, que puede poner en riesgo la vida.
Los motivos por los que puede darse un cuadro de hipertensión, son muy diversos. A lo largo de este artículo conocerás cada uno de ellos.
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Etapas de la presión arterial alta
La presión arterial puede pasar por diferentes etapas para considerarse hipertensión.
- Presión arterial normal: se ha establecido como un valor normal la tensión 120/80 mm Hg.
- Presión arterial alta: comienza a tomarse como alta, cuando su valor es mayor a 120/80 mm Hg.
- Hipertensión etapa I: se toma como hipertensión en su primera etapa, cuando el valor se sitúa por encima de 130/90 mm Hg.
- Hipertensión etapa II: hablamos de la segunda etapa de hipertensión cuando la presión arterial se encuentra entre los 140/90 mm Hg o más.
- Crisis hipertensiva: nos encontramos ante una crisis de presión alta, cuando esta es mayor a 180/120 mm Hg. Esta situación requiere atención inmediata.
La hipertensión no atendida incrementa la posibilidad de sufrir un ataque al corazón, un accidente cerebrovascular u otras enfermedades graves. La presión arterial debe ser controlada al menos cada 24 meses, después de la mayoría de edad. Cuando la hipertensión es constante, algunas personas requieren controles más frecuentes.
Cambiar algunos hábitos en el estilo de vida, ayudará a evitar y mejorar el problema de hipertensión. Cuando este inconveniente es frecuente, puede requerirse la toma de medicamentos para mantener la presión regulada.
Síntomas de la hipertensión
Es posible que no se perciban síntomas cuando se tiene hipertensión. Aun cuando la lectura de los niveles de mm Hg son altos y peligrosos, estos podrían no aparecer. Es posible, incluso, sufrir de presión arterial alta por años, sin manifestar síntoma alguno.
No obstante, otros pacientes si presentan signos de que la presión arterial se encuentra fuera del nivel normal. Estos pueden ser:
- Fuertes cefaleas.
- Dificultad para respirar.
- Hemorragia nasal.
Estos síntomas no son siempre determinantes de hipertensión. La presión arterial puede encontrarse a niveles muy altos, la vida puede encontrarse en riesgo y no aparecer.
Causas de la hipertensión
La presión arterial se caracteriza por la cantidad de sangre que el corazón bombea y la dificultad de circulación de esta a través de las arterias. Si el corazón bombea demasiada cantidad de sangre, pero las arterias se encuentran muy estrechas, la presión arterial irá en aumento.
Se conocen dos tipos de hipertensión:
Hipertensión primaria
En la mayoría de casos en adultos, no existe un motivo identificable de hipertensión. Se conoce como presión arterial alta primaria, a la que se desarrolla paulatinamente con el avance de los años. Esto, debido a la acumulación de placa en las arterias.
Hipertensión secundaria
El motivo por el que aparece este tipo de presión arterial alta, es una afección subyacente. Aparece de manera repentina y provoca un aumento en la tensión, mayor a la hipertensión primaria. Algunas enfermedades y fármacos que pueden ser responsables de este problema, son:
- Cáncer en la glándula suprarrenal.
- Enfermedad congénita de los vasos sanguíneos.
- Fármacos especiales para tratar el resfriado o la tos. Anticonceptivos o analgésicos.
- Sustancias ilícitas, como las anfetaminas o la cocaína.
- Patologías renales.
- Apnea del sueño.
- Trastornos tiroideos.
Es posible, también que, al chequearse con el médico, la presión arterial aumente. Esto es una condición que se conoce como hipertensión de bata blanca.
Factores de riesgo
Son muchos los factores que pueden suponer un riesgo de desarrollo de hipertensión. Estos pueden ser:
- El paso de la edad. Se es más propenso a sufrir esta condición después de los 60 años.
- Resulta más común en personas de piel oscura.
- Tener familiares directos con esta condición, aumenta el riesgo de padecerla.
- El sobrepeso modifica la estructura de los vasos sanguíneos, haciendo que la presión arterial sufra cambios.
- No realizar actividades físicas puede llevar al sobrepeso. Esto se relaciona al punto anterior.
- Fumar aumenta la presión arterial de forma inmediata y daña las paredes de las arterias.
- Comer con excesiva sal lleva a retener líquidos y aumentar la tensión.
- El consumo de alcohol desmedido contribuye al aumento de la presión arterial.
- Los altos niveles de estrés generan un aumento abrupto de la tensión arterial.
- Algunas enfermedades como la apnea obstructiva del sueño, la diabetes o problemas renales, son también un factor de riesgo.
- En las últimas semanas del embarazo, se corre el riesgo de sufrir un incremento de la presión arterial.
Si bien, esto es un problema bastante común en adultos, también puede manifestarse en niños. En estos casos, puede deberse a problemas del corazón o los riñones. También hábitos de alimentación inadecuados y falta de actividad física.
¿Cuándo consultar a un médico por hipertensión?
Los chequeos a la presión arterial, forman parte de los estudios realizados durante una visita a medicina general. Estos controles dependerán de la edad y estado de salud que tenga el paciente. Luego de los 18 años, es conveniente revisar la tensión de las arterias al menos cada dos años. Pasados los 40 años o si se tiene algún factor de riesgo, tal monitoreo deberán ser anual.
Si se descubre algún tipo de hipertensión o factor de riesgo de una enfermedad cardiaca, el profesional podría recomendar mediciones constantes. Cuando se trata de niños mayores de 3 años, la medición de su presión arterial se incluye en las revisiones de cada año.
No acudir regularmente al doctor, aumenta el riesgo de padecer todo tipo de enfermedades. Cuando se detecta un problema en la presión arterial a tiempo, es posible darle una solución adecuada. La prevención, es la clave de un cuerpo saludable. Sin embargo, si se han omitido estas visitas médicas y se presentan síntomas como dolores de cabeza constantes, vómito o sangrado nasal, es importante consultar a un especialista.
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