En los primeros años de vida. Los pequeños desde su organismo continúan en el proceso de fortalecer su sistema inmunológico. Para combatir cualquier situación de salud. Solo que en algunos casos, suelen aparecer enfermedades infantiles graves. Que se manifiestan tras cierto número de síntomas previos. Fuera de lo acostumbrado, que representa la mayor preocupación en el mundo para los padres.
Existen las enfermedades infantiles más comunes. Las cuales se detectan por una serie de indicativos que amerita realizar exámenes médicos. Evaluación de antecedentes familiares y consultas. Con el fin de determinar cuál es el mejor tratamiento infantil a aplicar. Por eso, en estos casos es importante el acompañamiento del especialista en la enfermedad a tratar. Para llevar un seguimiento más eficiente desde el primer día de su diagnóstico.
Los síntomas de enfermedad en niños. Representan el momento más desesperante para la familia, lo que conlleva a una atención médica inmediata. Para evitar que el cuadro clínico se torne más complejo con el paso del tiempo.
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Enfermedades infantiles graves, ¿Cuáles son las más comunes?
Para los padres, la salud de los hijos es prioridad. Por eso, es importante identificar las enfermedades infantiles graves. En miras a estar preparado en caso de presentarse algún síntoma. Existen padecimientos más comunes que otros. Los cuales afectan en mayor porcentaje el bienestar de los pequeños. Atacando principalmente sus defensas y el sistema inmunológico.
Cabe destacar que en los niños. Así como las mejoras suelen darse rápidamente en gran parte de los cuadros. También el descompensarse y desmejorar se presenta en la misma medida. Por lo que siempre es necesario responder oportunamente. A cualquier cambio en su cuerpo u organismo que afecte el bienestar integral.
Evidentemente, hay factores de riesgo que pueden llevar al niño a estar enfermo. Lo que implica la presencia de condiciones virales. Bacterianas, alteraciones orgánicas o de índole hereditario. Que lo hace más propenso a sufrir ciertos padecimientos. De cara a las diferentes enfermedades en la población que ocurren con mayor frecuencia. Te indicamos cuáles son a continuación.
1) Bronquiolitis
La bronquiolitis, es un diagnóstico muy común en niños. Se define como una infección a nivel de los pulmones que afecta significativamente las vías respiratorias. Ocasionando la proliferación de flema, aumento de la temperatura con síntoma febril. Presencia de tos frecuente, dolor en el pecho por la dificultad al respirar. Sensación de ahogo al caminar, abundante fatiga. Con problemas para consumir alimentos.
Al momento de acudir al especialista. Puede que el médico escuche un silbido en el pecho mientras el niño intenta respirar. Una característica básica de esta enfermedad que también aparece en los bebés. Dentro de esta dificultad respiratoria. Se presentan varios tipos desde el manejable. Hasta la más compleja condición.
Dentro de sus clasificaciones, está la bronquiolitis celular que se refiere a la presencia de asma. De tipo proliferativa, la cual implica el diagnóstico de neumonía. Y constrictiva, cuando son enfermedades idiopáticas con severa afectación pulmonar. Que requiere intervención quirúrgica. Por eso, forma parte de las enfermedades infantiles graves. Siendo importante atender desde el primer momento de los síntomas. Donde la mayor parte de los casos, suele requerir antibióticos y terapias prescritas por el médico.
2) Amigdalitis
Por lo general, los bebés y niños suelen llevarse cosas a la boca o compartir vasos, lo que pudiese desencadenar en contagio de infecciones e inflamar las amígdalas. Este diagnóstico bacteriano en la garganta, inicia con irritación en coloración roja, molestias continuas, luego desencadena dolor en caso de no tratarse a tiempo, lo cual puede seguir su proceso inflamatorio hasta bajar el sistema inmunológico, resultando en fiebre de altas temperaturas, problemas para tragar y aparecer en momento crónico, las placas blancas.
Este cuadro clínico suele ser contagioso. Que al no atenderse en su primera fase, puede causar debilitamiento corporal hasta convertirse en crónico y afectar otras áreas del cuerpo como los oídos (otitis) o la vista (conjuntivitis), pues siendo de carácter bacteriano, su conexión cercana a otras partes blandas del organismo queda expuesta, tomando en cuenta el nivel de defensas bajas que llegan a estar presentes y vulnerar el estado de salud.
Con respecto al tratamiento, amerita reposo absoluto para una adecuada recuperación, incluyendo la toma de antibióticos prescritos por su médico más el consumo abundante de agua para hidratar, conservando la garganta en buenas condiciones y afianzar la higiene bucal con el propósito de retirar las impurezas en miras a que la recuperación avance de manera satisfactoria.
3) Sarampión
El sarampión, conocido como una enfermedad de gran infección que puede ser peligrosa, llega a comenzar con mucosidad o simple catarro, sensibilidad en los ojos o conjuntivitis, malestar generalizado y tos seca, mientras transcurre el proceso de incubación del mixuvirus, diagnóstico que tiene vacuna, pero al no colocarla, los niveles de contagio son mayores.
Aproximadamente, luego de pasar 3 o 4 días de malestares, aparecen las manchas rojas en la cabeza o en la nuca que llegan a extenderse en toda la zona corporal y en la cara, acumulándose junto con el grado de fiebre, siendo recomendable cumplir las sugerencias del médico, puesto que al empeorar la condición, pueden generarse otras enfermedades infantiles graves que podrían complicar el cuadro como: laringitis, neumonía, encefalitis aguda y diarrea.
Es importante que al momento de sufrir sarampión, la persona se aísle para no contagiar a otros miembros de la familia, guardar reposo, evitar resfriados o exponerse, tomar mucho líquido por la pérdida de hidratación y cumplir con el medicamento para bajar las altas temperaturas.
4) Neumonía
Cuando avanzan las dificultades respiratorias, estas pueden convertirse rápidamente en una neumonía. Esta es la parte más compleja y delicada del proceso, formando parte de las enfermedades infantiles graves más comunes. Por consiguiente, aquí se presentan padecimientos parecidos al asma o bronquitis solo que a un nivel más agudo desde el punto de vista pulmonar con tos, fiebre y dificultad para respirar con cierto hundimiento en la parte baja del pecho.
Este diagnóstico, se determina con exámenes de sangre, rayos X o analizando el médico el parámetro de respiración que presente el paciente. Dicha condición se contagia dado a las particular bacterianas, hongos o virus presentes en el aire, los cuales se inhalan cayendo directo a los pulmones y afectando el funcionamiento de los mismos, entorpeciendo el correcto ritmo respiratorio y oxigenación.
Sobre el tratamiento más frecuente, se realizan terapias respiratorias para facilitar la llegada del oxígeno al pulmón, reposo y aislamiento de cara a las defensas bajas presentes, antibiótico para combatir la bacteria o elemento que generó la enfermedad y la alimentación e hidratación correspondiente para fortalecer el sistema inmunológico y acelerar el proceso de recuperación.
5) Rubéola
Como enfermedad infecciosa, la rubéola al igual que el sarampión también es contagiosa, solo que se diferencia en la ubicación y aspecto de su manifestación en el cuerpo. Es decir, aparece generalmente en sus inicios a nivel del tórax y abdomen. Sus señales son de marcas color rosa como erupción cutánea y presenta fiebre, dolores de cabeza con el agregado que sus protuberancias pueden llegar a provocar picazón.
En este caso, el tiempo de incubación es más largo que el sarampión, ya que aparece de 14 a 21 días e inflama los ganglios linfáticos, siendo de las características más típicas de su sintomatología. De igual manera, amerita atención inmediata para evitar complicaciones, tales como: infecciones cerebrales, dificultades cardíacas, pérdida de la visión y afectaciones en el hígado.
Por pertenecer al grupo de enfermedades infantiles graves y contagiosas, se debe guardar el debido reposo y evitar la exposición al exterior mientras se esté en la etapa de recuperación.
Recomendaciones ante enfermedades infantiles graves
Cuando se presentan enfermedades infantiles graves o se sospeche de algún indicativo fuera de lo normal en el niño, es importante acudir de inmediato al médico especialista en el padecimiento presente. Es decir, en caso de diagnosticar neumonía, debe recurrir al neumólogo pediatra o si presenta amigdalitis al otorrinolaringólogo con experiencia en atención para niños. Ya que cuentan con el equipamiento necesario más la formación pertinente para detectar a tiempo cualquier anomalía, en función de colocar el tratamiento indicado para combatir el diagnóstico.
Cada segundo cuenta ante un padecimiento de salud infantil, lo que se requiere de suma atención desde el principio de los síntomas hasta la evolución con los medicamentos e indicaciones necesarias para la recuperación, con el propósito de observar si existe alguna mejoría. El acompañamiento médico es vital en este sentido, y cualquier cambio al respecto debe ser notificado con inmediatez al experto, pues cabe la posibilidad de cambiar el tratamiento, si este no genera los resultados esperados.
La alimentación adecuada y el fortalecimiento del sistema inmunológico es vital para superar esta etapa, en especial si queremos que la enfermedad se vaya más rápidamente. Siendo necesario proveer de todos los nutrientes en vitaminas y minerales esenciales para que el niño tenga las defensas activas y así sea más sencillo combatir la enfermedad, manteniendo sus valores óptimos. En este caso, también contribuyen las consultas al médico para revisión, llevando un seguimiento del estado de salud del pequeño.
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