El Derrame pleural se refiere a la acumulación anormal de líquido en la cavidad pleural, que rodea los pulmones. Puede ser causado por diversas condiciones, manifestándose a través de síntomas como dificultad para respirar y dolor en el pecho. El diagnóstico se realiza mediante pruebas físicas, radiografías y análisis de líquido pleural. El tratamiento varía según la causa y puede incluir drenaje del líquido y medicamentos.
Es una afección que requiere de la revisión médica inmediata, en cuanto aparecen los síntomas, la persona debe acudir al especialista. Es una condición que hace difícil que el paciente pueda respirar adecuadamente. Y que puede ser causado por distintos factores. Si te interesa el tema, quédate con nosotros, te contaremos todo lo que debes saber sobre el derrame pleural.
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Qué es un Derrame Pleural
El derrame pleural es una afección que se caracteriza por la acumulación anormal de líquido en la cavidad pleural, que es el espacio entre los pulmones y la pared del tórax. Esta acumulación de líquido puede dificultar la respiración y causar dolor en el pecho. A continuación, se detallarán los aspectos principales relacionados con esta condición.
Definición
Un derrame pleural se produce cuando se acumula líquido en la cavidad pleural, ya sea por un exceso de producción o por una disminución en su reabsorción. Este líquido puede ser de diferentes tipos, como plasma, sangre o suero, y su acumulación puede llevar a la compresión de los pulmones, dificultando la respiración.
Tipos y causas
Existen diferentes tipos de derrame pleural, esta categorización es basada en las características que presenta el líquido. Entre los que se incluyen el derrame pleural transudativo, y el derrame pleural exudativo.
Transudativo
Causado por un desequilibrio en la presión hidrostática o coloidosmótica en el espacio pleural, Puede ser tratado sin realizar una evaluación extensa. Las causas principales de este tipo de derrame pleural, suele ser alguna deficiencia cardiaca. Pero también la cirrosis, debido a un síndrome nefrótico es una de sus causas.
Derrame pleural exudativo
Se produce por una inflamación o infección en la cavidad pleural. Lo causan procesos localizados, que aumentan la permeabilidad capilar. Esto produce un exudado de proteínas, líquidos, otros componentes de suero y células. Suele ser provocado por cáncer, neumonía, infecciones virales, embolia pulmonar o tuberculosis.
Las causas de un derrame pleural pueden variar, siendo algunas de las más comunes las enfermedades respiratorias, como la neumonía o el cáncer de pulmón, y las enfermedades del corazón, como la insuficiencia cardíaca congestiva. Otras posibles causas incluyen lesiones en el tórax, enfermedades autoinmunes y enfermedades del hígado y los riñones.
Síntomas
Los síntomas de un derrame pleural pueden variar dependiendo de la cantidad de líquido acumulado y de la causa subyacente. Algunos de los síntomas más comunes incluyen dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos, fiebre y fatiga. En casos avanzados, puede presentarse dificultad para acostarse o respirar mientras se está acostado.
En algunas ocasiones los derrames pleurales no presentan síntomas. Son descubiertos casualmente cuando la persona se realiza alguna radiografía del tórax o un examen físico. En otras ocasiones el dolor en el tórax o la disnea, hace que la afección sea descubierta. El dolor torácico pleurítico, se presenta como un dolor que puede ser leve o intenso. Este dificulta la inspiración. Estos síntomas indican que existe inflamación en la pleura parietal.
Cuando existe un derrame pleural abundante se presenta una respiración superficial y muy rápida.
Diagnóstico
El diagnóstico de un derrame pleural se realiza mediante diferentes pruebas y técnicas. Entre ellas se encuentran la radiografía de tórax, la ecografía, la tomografía computarizada y el análisis del líquido pleural obtenido a través de una toracocentesis. Estas pruebas permiten determinar la cantidad de líquido acumulado y su composición, así como identificar la causa subyacente del derrame.
Se sospecha que existe un derrame pleural cuando el paciente presenta disnea o dolor pleural inexplicable. Para confirmar la existencia de líquido se realiza como primera prueba la radiografía del tórax. También debe realizarse un análisis al líquido pleural. De esta manera se puede conocer la causa del mismo.
Se inicia con una inspección visual del líquido, esto permitirá:
- Hacer una distinción entre los derrames quilosos o hemorrágicos y otros tipos de derrames.
- Visualizar derrames purulentos.
- Reconocer el líquido viscoso que es característico de algunos mesoteliomas.
Además, a este líquido debe aplicarse otras pruebas, analizar las proteínas, hacer un recuento de células, lactato deshidrogenasa (LDH), Cultivos bacterianos, glucosa, tinción de Gram, entre otros. Todo esto para poder determinar si es un tipo de derrame trasudado o exudado.
Si luego del análisis de líquido pleural, no se tiene un diagnóstico claro aún, se puede utilizar el diagnóstico por imágenes. Al aplicar la angiotomografía, se puede encontrar infiltrados pulmonares, embolia pulmonar u otras lesiones.
Tratamiento
El tratamiento del derrame pleural depende de la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. En algunos casos, puede ser necesario drenar el líquido acumulado mediante la realización de una toracocentesis o el uso de un catéter pleural. Además, el tratamiento puede incluir medicamentos para tratar la enfermedad subyacente, como antibióticos para las infecciones o diuréticos para la insuficiencia cardíaca.
Generalmente si se trata de un derrame pleural asintomático, no requiere de tratamiento. Por lo general al tratar el trastorno subyacente la mayoría de los derrames son reabsorbidos de manera espontánea. Sobre todos aquellos que se deben a neumonía que no posee complicaciones. De la misma manera aquellos causados por cirugías o embolias pulmonares.
Los antiinflamatorios no esteroideos, así como algunos analgésicos orales, son empleados para calmar el dolor pleurítico. Aunque en algunas ocasiones se requiere suministrar opiáceos orales por un corto periodo. Para derrames que presentan síntomas, suele ser suficiente la toracocentesis. Esta puede repetirse si el líquido vuelve a acumularse. Se puede aplicar este drenaje hasta lograr la eliminación total del líquido.
En caso de drenajes crónicos, los mismos deben tratarse con pleurodesis que es un drenaje con un catéter permanente de manera intermitente.
Es importante destacar que el tratamiento del derrame pleural debe ser realizado por profesionales médicos especializados, quienes evaluarán cada caso de manera individualizada y determinarán la mejor opción terapéutica en función de las necesidades de cada paciente.
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