La esclerosis sistémica o esclerodermia, es un conjunto de raras patologías que llevan a la tirantez y endurecimiento de la piel. Además, es una afección que puede alterar el funcionamiento de los vasos sanguíneos, tracto digestivo y demás órganos vitales.
Por lo general, se cataloga a la esclerodermia como difusa o limitada, haciendo alusión al grado de daño causado a la piel. Cualquiera de estos tipos puede manifestar problemas vasculares o en ciertos órganos. Cuando se trata de esclerosis morfea, es decir localizada, solo se ve afectada la piel.
La esclerodermia es una enfermedad incurable. Sin embargo, aplicando tratamientos adecuados, es posible aliviar su sintomatología, retrasar su avance y brindar una mejor calidad de vida al paciente. En este artículo encontrarás toda la información que necesitas sobre la esclerodermia: qué es y cómo tratarla.
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Síntomas de esclerodermia
Los síntomas de la esclerodermia pueden ser diferentes para cada persona y el área del cuerpo que se encuentre afectada.
En la piel
La mayoría de personas que padece esclerodermia, experimentan tirantez y endurecimiento de su piel.
Habitualmente, las áreas del cuerpo que más sufren son las manos, los pies, los dedos y la cara. En algunos individuos, la piel gruesa se manifiesta también en los brazos, el abdomen, los muslos y parte inferior de las piernas. Los signos tempranos pueden ser picazón e inflamación. La piel alterada puede cambiar su color a uno más claro o más oscuro, pareciendo más brillante debido a la rigidez.
Existen personas que presentan además unas pequeñas manchas rojizas, que llevan por nombre telangiectasia. Estas se desarrollan en el rostro y en las manos. Además, debajo de la piel pueden formarse depósitos de calcio, especialmente en los extremos de los dedos. Provocando bultos fáciles de notar en las radiografías.
Fenómeno de Raynaud
El fenómeno de Raynaud suele ser habitual cuando se padece esclerodermia. Ocurre por contracciones excesivas e inadecuadas de los vasos sanguíneos en los pies y las manos. Siendo esta una respuesta al sufrimiento emocional o al frío. Cuando sucede, los dedos pueden notarse blancos, rojos o azules. También pueden entumecerse y percibir dolor. El fenómeno de Raynaud también puede aparecer en personas que no padecen esclerosis.
En el sistema digestivo
La esclerodermia tiende a afectar cualquier área del sistema digestivo. Pudiendo dañar las funciones desde el esófago hasta el recto. Dependiendo del área del cuerpo alterada, los síntomas pueden ser:
- Deglución dificultosa.
- Reflujo estomacal.
- Inflamación del abdomen.
- Incapacidad de contener las heces
- diarrea
- estreñimiento
Problemas cardíacos y pulmonares
La esclerodermia puede llegar a afectar el corazón y los pulmones. Causando con ello una disminución de la oxigenación, mareos y poca tolerancia al ejercicio. La esclerosis sistémica causa además, cicatrices en los tejidos pulmonares, generando una falta de aire mayor. Algunos medicamentos pueden ser de utilidad para retrasar el daño en los pulmones.
Esta enfermedad puede hacer que la presión arterial con la que se bombea sangre al corazón y los pulmones, aumente. Siendo esta una hipertensión pulmonar. No solo provoca la falta de aire ya mencionada, la hipertensión pulmonar puede incrementar el líquido alrededor del corazón, en las piernas y los pies.
Al afectar al corazón, pueden comenzar a notarse latidos irregulares. Como también, podría desarrollarse insuficiencia cardiaca.
¿Qué puede causar la esclerodermia?
Esta enfermedad aparece como resultado de una producción excesiva y depósito de colágeno en los tejidos del cuerpo. El colágeno es una proteína importante en la formación de tejidos conectivos en el organismo. Entre ellos, la piel.
La causa exacta del inicio de esclerodermia, aun no es clara para los médicos. Sin embargo, parece ser el sistema inmunitario, el principal responsable de ello. Es probable que la esclerosis sistémica sea provocada por un conjunto de factores, que incluyen al sistema inmunitario, condiciones ambientales y genética.
Complicaciones causadas por la esclerodermia
Las complicaciones que el cuerpo puede percibir debido a la esclerodermia, pueden ser de leves a graves. Siendo las siguientes:
- Puntas de los dedos. La esclerosis sistémica se caracteriza por presentar fenómeno de Raynaud. Esta afección puede restringir el flujo sanguíneo, dañando de forma irreversible el tejido de la yema de los dedos. Esto provoca llagas y agujeros en la piel, incluso, puede ocurrir la necrosis dérmica.
- Pulmones. El tejido de los pulmones se cicatriza, complicando la capacidad respiratoria y la resistencia al ejercicio. Es posible que esto genere también una hipertensión de las arterias pulmonares.
- Riñones. Una complicación grave de los riñones que ocurre por un repentino incremento de la presión arterial, acompañada de insuficiencia renal. Esta condición debe tratarse rápidamente para mantener las funciones renales.
- Corazón. La cicatrización de los tejidos también puede ocurrir en el corazón, incrementando el riesgo de anomalías en los latidos e insuficiencia cardiaca. Esta enfermedad puede, además, causar inflamación en el saco membranoso que rodea el órgano.
- Dientes. La piel del rostro podría estirarse intensamente, causando la estrechez de la boca, dificultando así la higiene bucodental. Una persona con esclerodermia, no llega a producir las cantidades suficientes de saliva. Siendo más propensos a padecer caries.
- Aparato digestivo. Entre las complicaciones del sistema digestivo por esclerodermia, destacan la dificultad para tragar y el reflujo. Del mismo modo, pueden aparecer calambres, inflamación, diarrea o estreñimiento. Algunos individuos con esta enfermedad, también presentan complicación en la absorción de nutrientes y excesivo crecimiento de bacterias en el intestino.
- Articulaciones. La piel que cubre las articulaciones, puede sufrir tal tirantez, que la flexibilidad de estas se ve limitada. Esto es más común en la zona de las manos.
Tratamiento
Como hemos mencionado anteriormente, la esclerodermia es incurable. Por tanto, ningún tratamiento conseguirá eliminarla. Pero será posible, abordándola de distintas maneras, controlar los síntomas producidos por la enfermedad y evitar complicaciones.
Medicamentos
Dado que la esclerodermia puede atacar distintas partes del cuerpo, el profesional de la salud escogerá el fármaco, según los síntomas que se tengan. Los medicamentos escogidos, serán de utilidad para:
- Dilatar los vasos sanguíneos.
- Inhibir el sistema inmunitario.
- Reducir los síntomas digestivos.
- Prevenir las infecciones.
- Aliviar el dolor.
Terapias
Para mejorar y recuperar la fuerza y movilidad perdida por esta patología, los fisioterapeutas pueden ser de gran ayuda. Una terapia de manos podría permitir seguir utilizándolas, sin tener que depender de otra persona.
Cirugías y otros procedimientos
Entre las opciones que se han evaluado para resolver algunos síntomas de esta enfermedad, el trasplante de células madre puede ser una excelente alternativa. En caso de insuficiencia renal o pulmonar, habría que considerar la opción de realizar un trasplante de órganos.
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